sábado, 17 de diciembre de 2016

FERIA DEL LIBRO DE NUEVO CHIMBOTE - OCTUBRE 2016

La catedral de Nuevo Chimbote, preside la plaza de armas, y en ella se realizó la Feria del Libro.

La plaza de armas y su extraña forma, parece un mástil.

Lugar de la Feria.

Nuestro día empezó temprano, con un desayuno con el maestro Cronwell Jara.


Cada uno de los amigos afanado en entregar al maestro parte de sus libros.



Yo tenía pensando entregarle Abrázame, Por Favor. Elias Nieto observa al igual que Rodrigo Barraza.


Frontis de la Feria del Libro. Todos  en animadas poses



Delante de la catedral

Delante de mi banner de Los Pecados de Tomasito, que iba a presentar luego.


Ambiente de la Feria del libro


El mar de Chimbote, acaso el más pródigo de la costa peruana



Este es el malecón Grau

Yo regresaba después de algunos años. Trabajé como encuestador del INEI en esta zona en 1987, apenas acabado la secundaria.

De regreso a Nuevo Chimbote a presentar mi libro de cuentos.

Auditorio principal

Enrique, Edgar y el anfitrión Dante Lecca.



Mi banner de Los pecados de Tomasito, ya preside la mesa central




Estudiantes locales que gustan de mi reciente creación literaria



En la mesa central junto a Enrique y Edgar.








El Maestro Cronwell Jara, fue recibido por muchos estudiantes




Aproveché e intercambiamos otros banderines. Me regaló Las huellas del puma y otro de Fraicico, el esclavo...



Con un paisano, Ängel Alegre, al medio, de Montealegre




Junto al narrador chimbotano Fernando Cueto



Le autografío mi libro de cuentos Abrázame, Por Favor.

Una torre de Paris, a ver si en la próxima feria nos invitan a la ciudad luz.


De noche, cuando los amigos de Huaraz iban a presentar sus producciones. El banner de mi libro reciente preside el auditorio

Junto a Rodrigo Barraza, a quien entrego mi libro autobiografiado.

Como había dicho fotografías atrás, yo trabajé en Chimbote, y esta pared, es lo que antes fue una casa de columnas y hall en la entrada, era el INEI. Decían que había fantasmas, que se prendían y apagaban las luces por si solas, que antes de que fuera el INEI era una discoteca donde murió un joven por un cuchillo; y era verdad. El único recuerdo que queda es la puerta de metal, atrás, la pared del hotel de Turistas.






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