Sucedieron las sonrisas cuando el Gobernador de Barranco me dio la bienvenida a nombre del presidente Ollanta Humala.
Iba llegando el público y las personas, entre ellas mis familiares, se colocaban en el auditorio y mostraban la postura de suprema atención. La abuela Consuelo Jaramillo, su hija Rosario, John y su hijo Ricardo. Algo más atrás mi hermano Roque y Dilmer, esposo de Rosario. Mi madre en el otro lado de las sillas y delante de ella, el poeta Alejandro Medina, autor del extraordinario poemario Angel Caído.
Mientras el Gobernador hacia su alocusión la atención era extrema, pues era la autoridad política y directo representante del presidente de la república. al fondo sobresale la mirada atenta de la presentadora Carolina Jara Minucci
Una vez terminada las palabras del Gobernador fue el momento esperado de escuchar las palabras de Dante Castro, extraordinario cuentista y laureado representante de las letras peruanas.
Dante empezó diciendo que me conoció en las aulas universitarias de San Marcos en 1995, cuando éste estaba tomado por las fuerzas represivas de la dictadura. En mi mente se sucedieron una serie de recuerdos y hechos que marcaron la vida de los talleristas.
Presentadores. Dante Castro, premio Casa de las Américas 1992, Víctor Dávila Carrera, Gobernador de Barranco; Jorge Ramos Cabezas, crítico literario y Paloma Hidalgo, Lectora del cuento "El amor escondido de Lucía"
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